“Estos jóvenes no tienen compromiso. La línea de
carrera, las reglas y el derecho a piso son conceptos que no existen para
ellos”.
Durante los últimos años se ha recibido diversa información
sobre los integrantes de la denominada Generación Y. Sin embargo, son muchos
los prejuicios hacia esta generación por no comprenderla. Más aún, es
importante saber que los “Y” representan un concepto que aún está en
desarrollo. Y entender qué representa esta generación en el futuro es
sustancial. Con miras a un lustro, en el 2020 los Millennials ocuparán gran
parte de la fuerza laboral mundial, considerando también al Perú (Crespo,
2014). Aprender de ellos y entenderlos no es solo para estar informados acerca
de sus perspectivas y su modus operandi, sino por un tema de progreso de
cultura-sociedad de cara a un futuro próximo con líderes globales de alto desempeño.
Hay ciertos patrones globales que desarrollaron la
manera de ser de los “Y”. Uno de estos es el contexto en el cual fueron
criados.
Estos son los hijos de la generación Baby Boomer; y estos, a
su vez, son los hijos de los tradicionalistas (nacidos entre 1900 y 1945). Los
tradicionalistas eran padres mucho más estrictos y su palabra era la última.
Para los Baby Boomers criar a sus hijos de esa manera no era factible.
Entonces, estos criaron a sus hijos, los Millennials, de la manera en que a
estos les hubiera gustado que los críen, en un entorno de participación, lo que
los involucró desde pequeños en la toma de decisiones. Es por esto que los “Y”
creen que es un derecho implícito (Molinari, 2011).
Otra variable relevante es el crecimiento económico en
el que los Millennials han vivido.
Esto les ha dado una relativa zona de confort, con actitud
hasta relajada. El hecho de que haya múltiples oportunidades en diversos
puestos de trabajo y no tener obligaciones significativas, les permite
experimentar cosas nuevas; y eso es lo que les gusta. Es una conducta que no
encontraríamos en una crisis, donde se busca la estabilidad laboral, como la
que vivieron sus padres Baby Boomers en los años 80.
Asimismo, la tecnología y la comunicación inmediata es
un hito que marca varias diferencias con las generaciones anteriores.
Siendo estos los primeros nativos digitales. Estos ya no
conciben el trabajo como un lugar físico. La impaciencia es también fruto de la
comunicación inmediata y el tiempo en el que avanza todo el mundo. Más aún, las
generaciones mayores de hoy perciben a los Millennials usando demasiada jerga,
con pocas habilidades de comunicación y enfocados al servicio. Cuando estas
generaciones mayores de ahora tenían la edad de los Millennials de hoy en día, las
generaciones anteriores a éstas utilizaban los mismos descriptores para
caracterizarlas (Deal, Altman, & Rogelberg, 2010). Teniendo en cuenta sus
características, nos preguntamos: ¿qué es lo que quieren o buscan en un
trabajo? ¿Cómo lograr una estrategia de creación de valor para que los
Millennials puedan gobernar el día de mañana? Y, más aún, ¿cómo son los
Millennials particularmente en el Perú y qué tan aplicables son estas medidas?

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